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que sí/que no

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the sweetest music

the sweetest music Porque, qué c***, ya tocaba...

Cada día se aprende algo nuevo

Cada día se aprende algo nuevo ...y esta semana, gracias a mis estudios de periodismo, he aprendido:
-Que Matías Prats no debería anunciar ING direct (deontología y análisis de la actualidad).
-Cómo encontrar interesantes vídeos en internet. Gracias a Getty, he podido ver a Grace Kelly recibiendo su Óscar, dos tortugas follando y una starlettes vestidas de policía en 1936 (documentación).
Y luego aún me siento culpable por hacer campana...

dB's - Stands for deciBels

dB's - Stands for deciBels Black and White Dynamite She's Not Worried The Fight Espionage Tearjerkin' Cycles Per Second Bad Reputation Big Brown Eyes I'm in Love Moving in Your Sleep Judy

Y que venga la ola de frío...

Periodismo sensible

Periodismo sensible Transcripción (aproximada, mi memoria no da para tanto y menos en temas deportivos) de las palabras de J.J. Santos, comentarista deportivo de las noticias 2 de Antena 3 del lunes 18:

"A veces la obsesión por las últimas novedades sobre los grandes equipos hace que la información se deshumanice. Hoy podríamos empezar hablando de la victoria del Barça ante la Real Sociedad gracias al gol de Eto'o que dio la victoria a su equipo en el último cuarto de hora. También podríamos hablar de cómo el Real Madrid se alzó al segundo puesto de liga con un Figo al borde de la expulsión y un polémico penalti al Madrid que no se pitó . Pero hoy no vamos a hacer eso. Vamos a empezar hablando de algo inexplicable, y es cómo se pudo jugar el Osasuna- Valencia cuando media hora antes de iniciarse el encuentro fallecía María, la hija de ocho meses del del defensa del Valencia, Mario Caneira. Nadie se explica porqué no se suspendió el partido...."

Desde luego, un caso de hipocresía verdaderamente descarado...¿¿Con qué empezó Santos verdaderamente las noticias???

URGENTE

URGENTE Si alguno sabe de alguien que tenga una habitación libre en Barna que lo haga saber aquí, por favor (como por lo visto en los carteles de la uni hay muchas manías, avanzo que es para un chico fumador). Ah y si es un máximo de 200 euros al mes, mejor que mejor...

Las dos caras

Las dos caras Que la vida es una especie de montáña rusa, dónde unas veces subes y otras bajas, es de aquellos tópicos que no por serlos dejan de ser ciertos. La tristeza de un momento bajo es en realidad la mitad de lo que provoca, la otra mitad viene de recordar cuando te sentías feliz y añorar ese instante; la alegría crece cuando recuerdas lo mal que estabas en un momento y creías que nunca te sentirías como ahora. Cuando comparamos nuestras vidas entre sí, cuando confrontamos diferentes puntos en el tiempo, como si dobláramos una hoja sobre sí misma, nos enfrentamos a la paradoja que es la vida.
Pero también lo apreciamos cuando comparamos nuestro momento con el de otras personas cercanas. Cuando estamos tristes por algo, creemos que el mundo no tiene derecho alguno a ser feliz y ignorar nuestra desgracia, y nunca nos sentimos suficientemente atendidos. "Cómo puede ser tan egoísta, no se da cuenta de lo que estoy pasando"...Cuando es al revés, es difícil recordar cómo nos sentíamos estando al otro lado y conservar la empatía. Si lo hacemos, nos sentimos culpables por nuestro bienestar, cómo si tuvieramos que pedir disculpas por ser felices. Este viernes me sentía particularmente feliz y ilusionada, pero una amiga muy cercana estaba pasando por un momento horrible en su vida, tal vez el peor. Aunque no creo haberla dejado de lado - y espero que ella tampoco lo crea-, no pude evitar sentirme algo culpable por mi felicidad.
Supongo que ambos sentimentos, felicidad y alegría, contra más extremos són, más actúan como una nube que no te deja ver con claridad y tiene que haber algo, como un resorte, que te fuerce a reaccionar. A darte cuenta de que en el instante siguiente, tu puedes estar al otro lado.

...

Staples no se quedó afónico, por suerte...
Another night in fue el soplo que infló la burbuja de tiempo, una hora que mi mente no recuerda en absoluto pero que quedó ahí condensada en una sensación... . Supongo que hubiera apreciado mejor el concierto con la melancolía aún a cuestas, pero prefiero pagar el precio de que no fuera así...Tal vez sigo en la burbuja, no sé cuando explotará pero de momento intentaré seguir flotando todo el tiempo que pueda.

This is (not) the end

This is (not) the end Mi padre siempre ha dicho, desde que yo tengo uso de razón: "Hi ha homes, homenets i pedres de mechero". Supongo que la frase la heredó de su abuelo, como tantas expresiones que antes me hacían gracia o me resultaban chocantes pero que desgraciadamente con el tiempo he llegado a comprender.
La frase de mi padre va unida a toda una idea de mi generación que el hombre tiene. A menudo va acompañada de la de " los tíos somos una raza que se extingue, hija mía". Yo siempre me la he tomado como un coleteo ideológico retrògrado, el poso de una educación machista, la típica reacción "en mis tiempos todo era mejor". Sin embargo, aunque me pese reconocerlo, hay veces en que secretamente le he dado la razón, o que ha venido a mi mente la frase mientras contemplo a mi padre con admiración.
Tomada en el sentido general y no de género, la frase- ciñámonos por ahora a la primera- se puede ver como una reacción a la apatía que a menudo caracteriza nuestra generación. Somos adultescentes, estudiando otra carrera para no tener que enfrentarnos al mundo laboral, viviendo en casa de los padres hasta la treintena, con las mismas preocupaciones que a los viente, incluso que a los quince. A menudo la discusión llega porque le intento hacer ver que las cosas son así no por una especie de decisión colectiva, sino porque dicho llanamente "está todo muy chungo", montado de una manera en las que resulta imposible salir de ese círculo vicioso. DE todos modos, también la situación es cómoda, hay que reconocerlo, y acabamos cayendo en un victimismo que nos excusa de intentar cambiar la situación.
Pero también está la versión de género de la frase, y cuando esto pasa se acompaña de la segunda oración. Sé que esto no caerá muy bien al género masculino, pero este blog se ha convertido en caldo de mis neuras, y a quien no le parezca bien pues nada. LA frasecita en cuestión se convierte en sentencia cada vez que yo misma o amigas se tienen que enfrentar a los ya habituales comportamientos masculinos de mi generación que se resument en una palabra: cobardía. Cobardía a actuar, a decidir, a mostrar interés, a reconocer que sí, que también caen, y que no es debilidad, es tal y como las cosas funcionan, aunque a menudo complique la vida y lo ponga todo del revés. La incapacidad de obrar de manera natural y dejar que las cosas fluyan, y si sale mal, pues mira, se ha intentado.
De ahí la frase de mi padre. Y claro, ves las pelis de turno o las antiguas y no tiene nada que ver. Entre mi experiencia y la ajena conozco pocos casos en que el chico en cuestión haya puesto toda la carne en el asador. No se trata solamente del topicazo del miedo al compromiso masculino, sino de apatía, pasotismo y falta de seriedad, que te destroza porque cuando todo empieza a ser genial, te da en las narices. No sé, tal vez estoy en una generación equivocada, pero no me acostumbro, o tal vez he visto demasiadas pelis. O tal vez ellos también, y que cuando pone "fin", quiere decir "el final".

The crying of Lot G

The crying of Lot G Hay días en los que parece que el malhumor y el bajón se hacen peor con el cansancio. De 9 a 9 en la universidad, casi sin parar. Cada vez cuesta más concentrarse y por eso cada vez te concentras más, es instintivo, pero luego te darás cuenta de que era supervivencia.
Tengo que salir de aquí, de este zulo tecnológico, llevo cinco horas ahí metida, más las correspondientes de clase, y sólo pienso en huir. En llegar a casa, escuchar el cd de Yo la tengo de la mediateca y echarme en la cama, hundirme en ella, en la cama y en la música, y ya está.
No sé porqué pero prolongo el regreso. No, no cogeré el metro, andaré veinte minutos hasta coger un autobús. Había otros, pero en ese me podré sentar seguro, me digo. Camino lentamente contra el frío, ¿porqué lo hago si yo quería llegar enseguida a casa?, me pregunto.
Cuando llego lo descubro. Me estiro, pongo el cd y intento que me rodee la nada, que todo sea nada excepto la música. Pero la música lejos de evadirme, se traduce en mi cerebro en todas aquellas cosas que he estado intentando esquivar todo el día, que mi mente ha podido alejar con tantas horas de actividad. Ahora entiendo el porqué, el motivo de alargar la huida.

50

50 Ayer me decía la más joven de las sabias: la vida es un 50% en todo. Una apuesta a partes iguales segura a insegura, a la que se reduce, en esencia, toda la gama de grises. Puede haber matices en todas las cosas, pero al fin y al cabo tienes dos sacos y las cosas o las metes en uno o en otro, no hay más. Trabajas o no trabajas, tienes pareja o no la tienes, en definitiva, haces algo o no lo haces.
En el tema amoroso es dónde más cuesta ver las cosas con claridad, separar el blanco del negro. Admiro a la gente que tiene las cosas muy claras y que además encuentra a gente que también las tiene. Cuando no se da ninguna de las dos cosas, pues el tema ya es casi de psicoanálisis. Lo peor es cuando se juntan demasiado orgullo y una incapacidad total y absoluta para vivir con la duda. ¿Hay que actuar o no? Soy una fan de las historias del rollo que hubiera sido si, lo admito, y los finales en plan buñuel me ponen muy muy nerviosa.
Yo, para variar, haciendo honor al nombre de este sitio. Ya dice indómita que esto sirve para sacar las neuras, un hervido mental pero que no tiene porqué salpicar a nadie si no quiere acercarse a leerlo.

IS THAT ALL THERE IS?

IS THAT ALL THERE IS? I remember when I was a very little girl, our house caught on fire.
I'll never forget the look on my father's face as he gathered me up
in his arms and raced through the burning building out to the pavement.
I stood there shivering in my pajamas and watched the whole world go up in flames.
And when it was all over I said to myself, "Is that all there is to a fire"

Is that all there is, is that all there is
If that's all there is my friends, then let's keep dancing
Let's break out the booze and have a ball
If that's all there is

And when I was 12 years old, my father took me to a circus, the greatest show on earth.
There were clowns and elephants and dancing bears.
And a beautiful lady in pink tights flew high above our heads.
And so I sat there watching the marvelous spectacle.
I had the feeling that something was missing.
I don't know what, but when it was over,
I said to myself, "is that all there is to a circus?

Is that all there is, is that all there is
If that's all there is my friends, then let's keep dancing
Let's break out the booze and have a ball
If that's all there is

Then I fell in love, head over heels in love, with the most wonderful boy in the world.
We would take long walks by the river or just sit for hours gazing into each other's eyes.
We were so very much in love.
Then one day he went away and I thought I'd die, but I didn't,
and when I didn't I said to myself, "is that all there is to love?"

Is that all there is, is that all there is
If that's all there is my friends, then let's keep dancing

I know what you must be saying to yourselves,
if that's the way she feels about it why doesn't she just end it all?
Oh, no, not me. I'm in no hurry for that final disappointment,
for I know just as well as I'm standing here talking to you,
when that final moment comes and I'm breathing my lst breath, I'll be saying to myself

Is that all there is, is that all there is
If that's all there is my friends, then let's keep dancing
Let's break out the booze and have a ball
If that's all there is

Pérdida y mutilación/ vuelve a ser la historia/ de mi memoria otra vez

Pérdida y mutilación/ vuelve a ser la historia/ de mi memoria otra vez Benicàssim 2001. Nada más conocernos, me dijiste que era un prototipo (y tenías razón, me llevo las manos a la cabeza cuando recuerdo tanto tontipopismo). Yo te dije que no tenías personalidad porque te metiste en el lavabo a empolvarte la nariz porque tu amigo del alma lo hacía. Ninguno de los dos se enfadó con el otro, y supimos que eso era el comienzo.
La distancia trajo esa paradoja tan frecuente. Mil llamadas a las 12 de la noche, el mundo en un segundo, como dice la canción. Me hablabas de tus chicas y yo te contaba mis desengaños. Eras el primero en interesarte por mis cosas, el primero en estar aquí aunque ese aquí estuviera a cientos de quilómetros.
Valladolid, tu tristeza y aquella despedida en la que rompí un sueño tuyo. Lo siento, si ahora sirve de algo. Nos hemos perdido el uno al otro tantas veces, pero no me resigno. Aún tengo una camiseta de Atari que ni siquiera sé adónde enviar.

La vieja Morla

La vieja Morla -Nada importa, vieja...todo es siempre lo mismo...
Mi pasota preferida, la montaña de cuerno de ese libro que no he superado nunca. En casa se creen que estoy deprimida, mis amigos no me reconocen. No he salido de mi casa en todo el fin de semana, y juro que no me pasa nada raro. Simplemente, no tengo ganas de nada. La psicología moderna, en la que cada vez creo menos si alguna vez creí en ella, diría que es un síntoma de depresión. Pues bueno.
Simplemente no le encontraba sentido a caminar para ir a cualquier lado para deshacer luego el camino y volver al mismo punto. Sé que suena la mar de estúpido, pero si somos estrictamente lógicos no lo es tanto. Así que me he rendido a mi sofá, que me ha estado agarrando por la goma del pijama estos dos días. Algo de culpa la ha tenido Monsieur de Maupassant y su Georges Duroy y un dolor de espalda matador, tal vez producto de estar en posición horizontal demasiado tiempo.
Parece que actualmente tienes que hacer cincuenta mil cosas al día para parecer normal. Si viviera en Viena, por ejemplo, dónde a las cinco de la tarde no se ve ni a un alma por la calle, no me sentiría tan extraña, casi culpable, por este fin de semana amebil. Aprovecha el tiempo, la vida es corta, sal, entra, sal, consume. Si no lo haces, parece que te conviertes casi en uno de esos chavales japoneses que se pasan años y años sin salir de su guarida.
No creo que llegara nunca a esos extremos. De hecho tampoco creo que las reflexiones provocadas por este fin de semana de clausura me lleven a alcanzar el equilibrio. Más que equilibrar, tengo la intención de compensar. Así que el fin de semana que viene, allá voy.

"Todos estos momentos se perderán como lágrimas en la lluvia"

"Todos estos momentos se perderán como lágrimas en la lluvia" La peor muerte es el olvido. No recuerdo ahora mismo si es una frase hecha o una cita con nombre y apellidos. Mientras haya gente para recordar a esas personas que ya no están, éstas estarán a salvo del olvido y seguirán existiendo en forma de recuerdo, en forma de historia: la suya propia, la que se teje con cientos de pequeñas historias y vivencias que conforman cada vida.
Pero ¿por cuánto tiempo? El tiempo todo lo corroe, y la muerte es el comienzo del olvido mismo. Desaparecen las personas, y cuando desaparezcan los amigos, y luego los hijos, y más adelante los nietos, su rastro, cada vez más borroso con el paso de los años, acabará por desaparecer.
Cuando ha muerto un ser querido para mí, al dolor por su pérdida se me suma la rábia y la impotencia ante esta condena. Pienso en cuando mi abuelo tuvo que huír de Madrid con su familia por la guerra. En cómo conoció a su mujer cuando hacía el servicio militar, cómo se emocionaba cuando contaba que pedía a sus superiores encargarse siempre de la compra para ver a mi abuela, que vendía pescado en el mercado. En cómo ésta lloraba recordando la muerte de su padre, una semana antes de poder tener acceso a la penicilina que le hubiera salvado la vida. Tantas y tantas historias que fueron su vida y que ahora forman parte de mí, pero que seguramente se irán conmigo.
Tal vez en eso resida el porqué de la palabra escrita, del arte, del cine: la búsqueda de la inmortalidad, la necesidad del hombre de perdurar. Tal vez por eso también tomemos fotografías, porque en el fondo seguimos creyendo que en ellas atrapamos el alma de aquellos que aparecen.
Actualmente la tecnología nos da mil formas de capturar el tiempo, o al menos de intentarlo. Pero ¿de qué servirán las imágenes cuando no quede nadie que recuerde las historias que esconden?
Y es que ya lo sentenció Woody Allen: La mejor manera de alcanzar la inmortalidad sería, simplemente, no morirse.

Maniobras de evasión

Maniobras de evasión Maniobra nº1: Ver foto.

Efectos secundarios: Aburrimiento, exceso de oxígeno en el cerebro.

Maniobra nº2
- Buscar un/a colega. A ser posible, ni muy feliz (será un soso y no dará tema para el punto 3) ni muy infeliz (acabará llorando y te amargará la noche).
- Buscar un bar con denominación de origen, dónde sirvan auténtico caliguarro (no es necesario chupar la cabeza de la gamba que flota dentro). Propuestas: El Rincón Íbérico en Poblenou, o el Kalifornia en el Raval.
- Iniciar una conversación que empiece por la frase: ¡¡¡Si es que los tíos (o tías) son todos/as unas cabrones/as!!!A partir de ahí explayarse con el tema a gusto.
- Explicar chistes que en otra situación sólo darían pena pero que gracias al caliguarro son graciosísimos. Destacamos dos:
1- Va un cargol i derrapa
2- Doctor qué padezco; padece uzted un ozito

Efectos secundarios: Arrepentimiento (al día siguiente), falta de oxígeno en el cerebro.

JA JE JI JO JU

JA JE JI JO JU Yo no sé si hacía mucho tiempo que vivía en el mundo de los verdis y compañía, pero juraría que esto no era así antes. Mi amiga Gemma quería ir a ver la misma peli que yo, pero ella es mi contrario, odia la VOS, y bueno, pues esta noche tocaba excepción; además es todo un gustazo poder ir al cine del barrio, el de las dos, caminando tranquilamente un día de diario.
La sala en cuestión era, como viene siendo habitual desde la moda de los multicines, más o menos como el salón de mi casa y la cocina juntos. Bueno, eso no es que me guste, pero no negaré que lo comparten casi todos los cines, sean floridas, verdis, comedias o lo que sea. Pero tiene el inconveniente que cuando llega un grupo de unos quince amigotes y amigotas llenan media sala. Y cuando éstos llegan con ganas de cachondeo, prepárate. Pero ¿Por qué de toda la cartelera tienen que elegir una peli que consiste en el paseo de una pareja que habla sin parar (Antes del atardecer)? ¿No podían ir a ver Dos rubias de pelo en pecho, si era de hacer el gilipollas de lo que se trataba? Pues no.
Bueno, tengo que confesar que hace años fui a ver LEyendas de Pasión y, mientras todo el personal suspiraba y mantenía el aliento ante el dramón de Brad Pitt y su desgraciada familia, yo me pasé toda la proyección llorando, pero de la risa. Con eso vengo a decir que puedo entender que a un par de personas les de por reírse de cualquier chorrada si la peli no les entra. Pero lo más alucinante es que la mayor parte de la sala ha sido poseída por una especie de empatía hacia las graciosillas y se han empezado a escuchar no ruidos de sifón (me explico, el típico psssst!!) sino risas ahogadas. HAcia el final de la película, ya no eran tan ahogadas. Y cuando se han encendido las luces, he mirado al grupo de mi lado y los he encontrado con las caras rojas, las lágrimas cayendo, riendo a mandíbula batiente, doblados sobre el estómago. El resto de la gente, por un igual. Juro que la peli NO era una comedia (los que la hayan visto, lo sabrán).
Quiero no pensar que esto es porqué ahora las salas comerciales normales, dónde proyectan pelis dobladas, se están llenando de gente impaciente que no puede esperar a que salga el dvd para ver la peli en su casa comentando todo lo que quieran, en pantunflas y espachurrados en el sofá. No obstante, tengo que reconocer que me ha salido la vena cultureta proverdi tipo en los cines serios esto no pasa. Y entonces he recordado la proyección de El rayo verde en la filmo.Pues bien, mientras la protagonista de la peli sufría porque se sentía sola y deprimida, la sala entera, incluídos la secta cinéfila del peluquín que vive allí -lo juro-, estallaba a carcajadas a cada instante. Recuerdo que incluso se dedicaron a gritar a la protagonista cosas del tipo: "¡Tú lo que necesitas es un buen polvo!", "¡Amargada!" "¡Llorona!".
No sé si ha sido casualidad, si no he entendido el sutilísimo humor de las pelis en cuestión. A lo mejor es una respuesta colectiva contemporánea que, decepcionada del mundo, reacciona con cinismo y se ríe ante el sufrimiento humano, y estamos ante un fenómeno digno de sesudos estudios. A lo mejor ahora la gente se ríe con los dramas y sufre con las comedias, y en las proyecciones de Dos rubias de pelo en pecho la gente llora a moco tendido, llenos de pena...Bueno, eso tampoco suena tan extraño...

you choose!!

you choose!! Si ya lo decía el loco aquel de la calavera: una cosa o la otra, hay que decidir. Ya se sabe que su dilema tenía un sentido mucho más metafísico y profundo, bla bla bla, pero la dicotomía de Hamlet es el resumen de cualquier dilema, cualquiera que sea su importancia. Se supone que el poder elegir es lo que hace libre al hombre, pero ¿qué pasa cuando éste se vuelve esclavo de su duda, que és lo que en definitiva acaba sucediendo en la mayoría de las ocasiones sino todas? Elegido el camino y dejada la bifurcación atrás, el fantasma de lo que pudo ser siempre nos persigue, sobretodo si la elección no nos da los frutos esperados. Que hubiera sido si hubiera dicho que sí/no? Muchas personas optan por dejarse llevar por la corriente con la frasecita de: "lo que tenga que ser, será", pero aun así, hay ocasiones en qué nadie se escapa: ¿Hacia dónde giramos?
Ahora mi dilema es: sacrifico mis fines de semana completitos por un trabajo que, aunque no demasiado bien remunerado, se me plantea como una perlita en mi currículum, además de parecer atractivo? Creo que mi capacidad de sacrificio es poca, pero la de decisión...es aún menor.