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que sí/que no

rallada

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Sartre se equivocaba

Sartre se equivocaba

A menudo el infierno es uno mismo....

The crying of Lot G

The crying of Lot G

Hay días en los que parece que el malhumor y el bajón se hacen peor con el cansancio. De 9 a 9 en la universidad, casi sin parar. Cada vez cuesta más concentrarse y por eso cada vez te concentras más, es instintivo, pero luego te darás cuenta de que era supervivencia.
Tengo que salir de aquí, de este zulo tecnológico, llevo cinco horas ahí metida, más las correspondientes de clase, y sólo pienso en huir. En llegar a casa, escuchar el cd de Yo la tengo de la mediateca y echarme en la cama, hundirme en ella, en la cama y en la música, y ya está.
No sé porqué pero prolongo el regreso. No, no cogeré el metro, andaré veinte minutos hasta coger un autobús. Había otros, pero en ese me podré sentar seguro, me digo. Camino lentamente contra el frío, ¿porqué lo hago si yo quería llegar enseguida a casa?, me pregunto.
Cuando llego lo descubro. Me estiro, pongo el cd y intento que me rodee la nada, que todo sea nada excepto la música. Pero la música lejos de evadirme, se traduce en mi cerebro en todas aquellas cosas que he estado intentando esquivar todo el día, que mi mente ha podido alejar con tantas horas de actividad. Ahora entiendo el porqué, el motivo de alargar la huida.

maitemina, ameskeria

maitemina,  ameskeria

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Muerta de miedo

Muerta de miedo

- ¿En qué piensas?
- En nada...

Stand by me

Stand by me

Me acuerdo de cómo me impactó en su momento la peli Cuenta conmigo. Por si alguien no se acuerda, era aquella aventurilla de un grupo de amigos preadolescentes que se pierden en el bosque para buscar a un niño desaparecido. "Nunca tuve amigos como los que se tienen a los 12 años", dice el protagonista y narrador de la historia cuando recuerda esos tiempos bastantes años más tarde.
Recuerdo cómo me emocionaba esa frase cuando era yo la que se perdía en el bosque en las excursiones con la cantimplora y el anorak, en busca de una casa con pinta de ocultar un gran misterio, y cómo nos escondíamos en la iglesia -sí, pasatiempos de los que hemos ido a coles de curas-. Todo era más natural, espontáneo, lo bueno y lo malo, los enfados y rabietas pero también los abrazos y las risas.
Han pasado bastantes años de eso y durante mucho tiempo las di por perdidas, pese a vivir en el mismo barrio. Algunas siguen estándolo. Es algo triste quedar con la hippy del grupo, la de las botas de flores y camiseta de jim morrison y descubrir que se ha vuelto una pija neurótica que no ha dejado nada de la vieja amiga. Pero ellas dos volvieron, y para quedarse, de eso estoy segura. Ahora somos un trío que se complementa y se comprende a la perfección (con permiso de mis queridas lalalas).
Han pasado mil cosas y aparentemente nada nos une: ¿qué pueden tener en común una química, una profesora de danza y una aspirante a periodista? Pues veinte años de amistad, con un pequeño y insignificante paréntesis. La espontaneidad en lo bueno y en lo malo de la infancia se quedó, porque las tres sabemos que nos conocemos demasiado, del todo, para esconder nada.
Son como un pilar en mi vida, algo con lo que siempre puedo contar. Un mal día, o uno bueno, y un mensaje o una llamada: ¿En el Toni a las 8?

50

50

Ayer me decía la más joven de las sabias: la vida es un 50% en todo. Una apuesta a partes iguales segura a insegura, a la que se reduce, en esencia, toda la gama de grises. Puede haber matices en todas las cosas, pero al fin y al cabo tienes dos sacos y las cosas o las metes en uno o en otro, no hay más. Trabajas o no trabajas, tienes pareja o no la tienes, en definitiva, haces algo o no lo haces.
En el tema amoroso es dónde más cuesta ver las cosas con claridad, separar el blanco del negro. Admiro a la gente que tiene las cosas muy claras y que además encuentra a gente que también las tiene. Cuando no se da ninguna de las dos cosas, pues el tema ya es casi de psicoanálisis. Lo peor es cuando se juntan demasiado orgullo y una incapacidad total y absoluta para vivir con la duda. ¿Hay que actuar o no? Soy una fan de las historias del rollo que hubiera sido si, lo admito, y los finales en plan buñuel me ponen muy muy nerviosa.
Yo, para variar, haciendo honor al nombre de este sitio. Ya dice indómita que esto sirve para sacar las neuras, un hervido mental pero que no tiene porqué salpicar a nadie si no quiere acercarse a leerlo.

Chucho - Suavemente va cayendo al río

Chucho - Suavemente va cayendo al río

Suavemente va cayendo el río,
es tan limpia el agua de este río,
baja tanta miseria en este río.

En los pantalones de cuando niño,
un juguete roto de cuando niño,
suavemente va cayendo el río.

Mis ojos cortados por cuchillas de sol,
y mis cuencas vacías se inundan de río,
un recuerdo amargo lo que no he vivido.

Media hora plantado bajo la ducha
el agua cae a mis pies,
y mi alma, mi alma cae con ella también.

Mrs Robinson

Mrs Robinson

Mrs Robinson está triste. Creía que, de alguna manera, su historia podría continuar. Y sobretodo creía que el chico querría que continuara al salir de aquella cama. Pero no fue así...En esta versión al menos no.

Fumando (y bebiendo café) espero

Fumando (y bebiendo café)  espero

En su intervención Blue in the face Jim Jarmusch ya nos dejó claro que le gusta fumar, y mucho. Hasta el punto de dedicarle una película a los cigarrillos y a un compañero habitual suyo, el café. Ambos son la excusa para crear un plurirelato, confeccionado por más de diez historias, acerca de nada, la nada más cotidiana en la que se tejen mil anécdotas, mil conversaciones, en las que precisamente los cigarrillos y el tabaco son el mcguffin de su existencia.
Coffee and cigarrettes se compone de cortometrajes antiguos, como es el caso de la hilarante Strange to meet you, y otros rodados expresamente para la película. Destacan especialmente Cousins?, con unos incommensurables Alfred Molina y Steve Coogan,o Somewhere in California que une en la misma mesa nada menos que a Iggy Pop y Tom Waits.
En todas ellas, y como en Night on earth, Jarmusch nos presenta pequeñas historias, que no son más que fragmentos de vida, dotadas no obstante de sentido propio y completo. Si en aquella la excusa era diferentes situaciones en taxis de diversas ciudades del mundo, en este caso lo es el excitante binomio de nicotina y cafeína que une a personajes interpretados por, entre otros, Roberto Benigni, Bill Murray, Cate Blanchett, los hermanos White (más conocidos como The White Stripes), todos ellos en estado de gracia frente a la casi imperceptible cámara de Jarmusch.
Los personajes fuman y beben para llenar los silencios, que en las películas de Jarmusch son tan importantes, sino más, que los diálogos. Es precisamente los silencios compartidos por los sorbos y el humo los que parecen unir a los personajes que comparten mesa y no las conversaciones, terreno de mil y un conflictos y por lo tanto abono de las diferentes soledades que se encuentran a cada lado de la mesa.
Si en Smoke, clara madre de Coffe and cigarrettes, se comparaba la volatilidad del humo con la de la vida, aquí Jarmush retoma la metáfora y la contrapone a otra, la del café como imagen de la densidad de las relaciones humanas. Densidad y volatilidad, conceptos antagónicos como lo son la soledad y los lazos afectivos, que constituyen los dos ejes entre los que oscilan las relaciones entre las personas.

Seronda -Nacho Vegas

Seronda -Nacho Vegas

Ya no sé si merecerá la pena
Partir hacia otro lugar
Yo no sé si con esta lluvia eterna
No me habré acostrumbrado a la humedad
Yo que creí ser amable con la luna
encontré su palidez allá en mi hogar
(en mi propio hogar)
Ya no sé si esta vez
Todo está dentro de mí
Y ya no puedo escapar
Decidi que no hay nada que perder
Sale un tren antes del anochecer
Probaré a ser otra persona
Probaré a morir un poco y volveré
Y me acercaré hasta aquí sólo para ver
Las arrugas arañadas en la piel
Y poder comprobar
Todo lo que cambió
Y todo lo que sigue igual
Y que así seguirá
(Poder comprobar)
Todo lo que cambió
Y todo lo que sigue igual
Condenado a no cambiar
Volveré a las noches sin dormir
(Y las noches sin pensar)
Y las noches sin soñar
(Y las noches sin sentir)
Y las las noches sin pensar
(Y las noches sin dormir)
Y las noches sin sentir
(Y las noches sin soñar)
Una vez más

Satisfied- Bettie serveert

Callus on the sore,
were you hurt before,
are you happy now that you don't feel anymore.
Placid are the skies,
when you're out at night.
Are you satisfied?
Callus on the sore,
it's just a metaphor,
'cause you're still alive, but you don't live anymore.
How placid are the skies,
when you dream at night.
When you're safe inside.
Are you safe inside, at all?
tell me what are we looking for.
Tell me what are we looking for,
if all we really want is each other.
Callus on the soul, there's a tale untold,
how you spent your live
in a place where no one goes.
Placid are the skies,
when you're out at night.
Are you satisfied,
are you satisfied at all?
Tell me what are you looking for.
Tell me what are you looking for,
if all we really want is,
throw out all your chastity,
no need for your blasphemy,
live out every fantasy, all we really want is each other,
bring out all the best in me,
come on, take the rest of me
you've got full capacity.
All we really want is each other.

take me out tonight

take me out tonight

where there's music
and there's people
and they're young and alive

Seres humanos

Juan Miguel es un tío con mucha mala suerte, el pobre. Resulta que un día vuelve de irse de putas y se encuentra con una niña de 9 años muerta encima de su cama. El hombre está moradísimo y no recuerda cómo ha llegado hasta su casa, pero tiene claro que alguien la ha puesto allí. Cómo vive en un entresuelo y a veces se deja la puerta abierta es obvio que le han colocado el cadáver. Bueno, que entonces seguramente no era cadáver, pero que tardó poco en serlo, ya que la niña se desangró por los desgarros que le habían provocado las múltiples violaciones a las que la habían sometido. Entonces es eso: alguien llevó a la niña medio desangrada hasta allí, o un vecino o alguien muy rápido. Cómo se ha pegado un buen susto, para calmarse decide irse a emborrachar otra vez. Pero claro, a la vuelta sigue ahí. A Juan Miguel le suena la cara de la niña, la ha visto en la televisión, parece esa tal Tamara que buscan. En las fotos estaba más guapa, y no le gusta su expresión de ahora, así que la envuelve y la esconde un año entero en su casa. Ahora parece que nadie le cree y lo quieren meter 32 años en la cárcel, de los que cumplirá un tercio como mucho, pero ya es mala suerte de todos modos.
Yo soy una mala persona, desconsiderada y deshumanizada, y una hipócrita. Siempre contra la pena de muerte y ahora quiero que Juan Miguel muera, no puedo evitarlo, lo siento. No pienso en que es una vida y que no se arreglaría nada con su final, ni en los derechos humanos. Será porqué por mucho que mire, no veo a ningún ser humano, aparte de Tamara y su familia. Lo siento.

El hombre feliz

El hombre feliz

Momentos duros recientes, una noche extraña. Juré no pisar de nuevo el Fòrum pero allí estoy. Me han prometido que no me arrepentiré, y pienso que más me vale sobretodo cuando finalmente tengo que pagar por ello.
La noche tiene un aire surreal, en ese submundo de cemento, con sus luces y montajes de cartón piedra. Espero, sentada con mi cerveza, entre la gente. Y aparece él, con su guitarra y su inseparable compañero de la batería. Se marca unos bailes, adelante atrás, la sonrisa de bobalicón, las cejas hacia abajo en un gesto entre tierno y inocente, y empieza su repertorio: inglés, castellano, francés, italiano, Jonathan Richman lo mezcla todo y de todas las mezclas sale poesía. Una sonrisa surge sin querer y acabo estallando en carcajadas, la risa fácil de los que están tristes. Me siento arropada bajo unas estrellas que no veo, sólo siento, aunque suene extraño.
A mi lado Sergi hace palmas y canturrea feliz, al otro siento como Gemma me mira contínuamente, pendiente de cómo estoy. La miro y también lo veo en ella: estamos hechizados por este niño grande, en una burbuja musical que desearíamos no se desvaneciera nunca. Dentro de un cuadro de Chagall, entre azules y estrellas, con la melancolía que se siente al reencontrar la inocencia de un sueño.
Acaba el concierto y nadie quiere volver al mundo real, queremos permanecer en la burbuja con Mr Richman. Pienso que quisiera llevármelo, hacerlo pequeñito para hacerle cantar para mí cuando quisiera, para regalarme momentos tan frágiles, tan bellos como los que me dio esa noche.

IS THAT ALL THERE IS?

IS THAT ALL THERE IS?

I remember when I was a very little girl, our house caught on fire.
I'll never forget the look on my father's face as he gathered me up
in his arms and raced through the burning building out to the pavement.
I stood there shivering in my pajamas and watched the whole world go up in flames.
And when it was all over I said to myself, "Is that all there is to a fire"

Is that all there is, is that all there is
If that's all there is my friends, then let's keep dancing
Let's break out the booze and have a ball
If that's all there is

And when I was 12 years old, my father took me to a circus, the greatest show on earth.
There were clowns and elephants and dancing bears.
And a beautiful lady in pink tights flew high above our heads.
And so I sat there watching the marvelous spectacle.
I had the feeling that something was missing.
I don't know what, but when it was over,
I said to myself, "is that all there is to a circus?

Is that all there is, is that all there is
If that's all there is my friends, then let's keep dancing
Let's break out the booze and have a ball
If that's all there is

Then I fell in love, head over heels in love, with the most wonderful boy in the world.
We would take long walks by the river or just sit for hours gazing into each other's eyes.
We were so very much in love.
Then one day he went away and I thought I'd die, but I didn't,
and when I didn't I said to myself, "is that all there is to love?"

Is that all there is, is that all there is
If that's all there is my friends, then let's keep dancing

I know what you must be saying to yourselves,
if that's the way she feels about it why doesn't she just end it all?
Oh, no, not me. I'm in no hurry for that final disappointment,
for I know just as well as I'm standing here talking to you,
when that final moment comes and I'm breathing my lst breath, I'll be saying to myself

Is that all there is, is that all there is
If that's all there is my friends, then let's keep dancing
Let's break out the booze and have a ball
If that's all there is

Pérdida y mutilación/ vuelve a ser la historia/ de mi memoria otra vez

Pérdida y mutilación/ vuelve a ser la historia/ de mi memoria otra vez

Benicàssim 2001. Nada más conocernos, me dijiste que era un prototipo (y tenías razón, me llevo las manos a la cabeza cuando recuerdo tanto tontipopismo). Yo te dije que no tenías personalidad porque te metiste en el lavabo a empolvarte la nariz porque tu amigo del alma lo hacía. Ninguno de los dos se enfadó con el otro, y supimos que eso era el comienzo.
La distancia trajo esa paradoja tan frecuente. Mil llamadas a las 12 de la noche, el mundo en un segundo, como dice la canción. Me hablabas de tus chicas y yo te contaba mis desengaños. Eras el primero en interesarte por mis cosas, el primero en estar aquí aunque ese aquí estuviera a cientos de quilómetros.
Valladolid, tu tristeza y aquella despedida en la que rompí un sueño tuyo. Lo siento, si ahora sirve de algo. Nos hemos perdido el uno al otro tantas veces, pero no me resigno. Aún tengo una camiseta de Atari que ni siquiera sé adónde enviar.

Méchant garçon

Méchant garçon

Prefab Sprout firmaron un disco de pop antológico con su nombre, y Lambchop la mejor canción de una de las dos mitades de su último disco, Aw C'mon. Aparte de eso, anuncios de coches, marcas...PArece que Steve McQueen ha tomado el relevo a Mr Dean en la representación del "hermoso rebelde con cadáver bonito".
Hace unos meses se publicaban, casi al unísono, dos libros dedicados al mito rubio: Por un lado, una biografía escrita por Miguel Juan PAyán y Ramiro Navarro, y por otro una recopilación de fotografías de William Claxton en las que el artista reúne las imágenes tomadas durante su amistad con McQueen.
Su aire insolente, sus belleza, su look atemporal y su afición por la velocidad ( aunque a diferencia de Dean no fue ésta sino un cáncer lo que acabó con él, a los 50 años) parecían ya suficientes motivos para convertirlo en carne de carpeta. No obstante, el libro de Payán y NAvarro nos da aún más: mujeriego hasta lo obsesivo, fumador compulsivo de marihuana, agresivo, amante de las armas...Todas esas características que debe reunir todo buen chico malo que se precie, y que si se une a una imagen claramente WASP, pues aún más rebelde a los ojos yanquis.
No obstante, el libro también recoje su afán de superación constante como actor y reconoce su valía. Como Dean, el hecho de convertirse en mito parece que ha restado importancia a sus interpretaciones, relagándolas a un segundo plano. Repasando su filmografía podemos apreciar un intento, cada vez más desesperado, de demostrar que era capaz de tomar esa rabia que transmitía su presencia, moldearla con cada uno de los personajes y impregnarla de una gran sensibilidad. El canto del cisne, sin duda, de estos esfuerzos fue PApillon, bella historia de amistad carcelaria dónde medía sus fuerzas con Dustin Hoffman. En el camino, dos célebres carreras, una en moto (La gran evasión) y otra en coche (Bullit), ayudaron a forjar el mito. Y, desde luego, muchas otras historias, de las que destacaría Amores con un extraño, una comedia algo amarga junto a otra integrante del sector muertos bonitos de Hollywood, NAtalie Wood.
Curioso descubrir en el libro que McQueen era uno de los asistentes previstos a una cena en chez Polanski la noche en que se presentaron unos invitados sorpresa llamados familia Manson. Una conquista de última hora le libró de la tragedia. Si fuera así, el actor hubiera se hubiera colocado cabeza de lista en el top ten de caras estampadas en camisetas. De momento, parece que no llegará a tanto. Yo por mi parte tengo una chapa, lo confieso, que algún día rescataré...

Not quite a yes - Arab Strap

Not quite a yes -  Arab Strap

Why could I not speak? You're not so unique. My eyes stayed on the floor.
I make a little suggestion, before I pop the question. But I was far too out my face.
I was out my face.

"It's the first time in ages I've actually had the guts to ask, but I'm feeling particularly confident tonight, if you know what I mean. But that's the thing - You don't know what I mean. The reason I fancy you in the first place is is the same reason we won't get on, you're just not into it. I mean, you're cute and you're innocent and you're nice and all that, but you barely even drink."

No meeting was I granted. But now the seed's been planted. And now you're in the know.
Too steaming too impress. Not a know, not quite a yes.
You ask if that's okay. I suppose it's okay.

Foto: Jeff Wall

La vieja Morla

La vieja Morla

-Nada importa, vieja...todo es siempre lo mismo...
Mi pasota preferida, la montaña de cuerno de ese libro que no he superado nunca. En casa se creen que estoy deprimida, mis amigos no me reconocen. No he salido de mi casa en todo el fin de semana, y juro que no me pasa nada raro. Simplemente, no tengo ganas de nada. La psicología moderna, en la que cada vez creo menos si alguna vez creí en ella, diría que es un síntoma de depresión. Pues bueno.
Simplemente no le encontraba sentido a caminar para ir a cualquier lado para deshacer luego el camino y volver al mismo punto. Sé que suena la mar de estúpido, pero si somos estrictamente lógicos no lo es tanto. Así que me he rendido a mi sofá, que me ha estado agarrando por la goma del pijama estos dos días. Algo de culpa la ha tenido Monsieur de Maupassant y su Georges Duroy y un dolor de espalda matador, tal vez producto de estar en posición horizontal demasiado tiempo.
Parece que actualmente tienes que hacer cincuenta mil cosas al día para parecer normal. Si viviera en Viena, por ejemplo, dónde a las cinco de la tarde no se ve ni a un alma por la calle, no me sentiría tan extraña, casi culpable, por este fin de semana amebil. Aprovecha el tiempo, la vida es corta, sal, entra, sal, consume. Si no lo haces, parece que te conviertes casi en uno de esos chavales japoneses que se pasan años y años sin salir de su guarida.
No creo que llegara nunca a esos extremos. De hecho tampoco creo que las reflexiones provocadas por este fin de semana de clausura me lleven a alcanzar el equilibrio. Más que equilibrar, tengo la intención de compensar. Así que el fin de semana que viene, allá voy.